James, un chico de la alta sociedad inglesa, va a pasar las vacaciones de Navidad con los Graham, una familia de clase media americana. Kesley será la encargada de hacerle de anfitriona, pero la verdad es que no lo tendrá nada fácil: la personalidad excéntrica y sofisticada de James se desvelará muy pronto. Acostumbrado a un tipo de vida propio de las élites, no aprueba ni a los amigos, ni al hermano rasta, ni la comida, ni la forma de vestir de Kesley. James extiende periódicos para sentarse en el autobús, compra los alimentos más caros y exclusivos del supermercado, pide taxis cada día y humilla a Kelsey con sus comentarios impertinentes.A pesar de las continuas peleas, de las ironías fuera de tono del inglés y de los cortes exasperados de Kelsey, la convivencia les forzará a establecer pactos y, poco a poco, el abismo que hay entre ellos se irá estrechando? Hasta que una noche, con unas copas de más y ante la sorpresa de Kelsey, James la besará con la excusa del muérdago navideño?
Si les gusta las relaciones, amor-odio, bueno amarán este libro.
Lo había escuchando hace un tiempo pero no me decidía a leerlo, no se porque.
En fin, contando un poco, James esta de vacaciones en la casa de Kesley por un traslado, desde el comienzo ambos no se soportan, lo cual me parece muy divertido.
Hablemos un poco de James, el chico es altamente metro sexual (aclaro, es de esas personas que aman sentirse limpias y a la moda) así que es particularmente especial con sus gustos, como el ser vegetariano y vestirse adecuadamente. Claro esto irá en contra de Kesley logrando que su relación sea mas complicada.
Las discusiones eran algo ofensivas, pero mas divertidas.
Pero todo cambia cuando una noche James se emborracha y besa a Kesley.
No quiero adelantar mucho pues cuando comiencen a leerlo entenderán el porque del gusto hacia este libro, es sencillo no tan complicado, tiene ambos puntos de vista dejándote conocer mucho de la historia.
Aunque admito que no me gustaba mucho la extravagancia de James, debo admitir que me resulto tierno, claro que el carácter de Keysel es incomparable.
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